Dante Castro Arrasco nació en 1959 en la Provincia Constitucional del Callao, en el Perú. Estudió Derecho en la Pontificia Universidad Católica del Perú, y paralelamente Literatura en la Universidad Mayor de San Marcos. Posteriormente hizo estudios de postgrado de Literatura en La Habana, Cuba.
Dante Castro ha publicado hasta el momento varios libros de cuentos y uno de poesía: Otorongo y otros cuentos (1986); Parte de Combate (cuentos, 1991); Ausente medusa de cenizas (poesía, 1991); Tierra de Pishtacos (La Habana, 1993, cuentos); Cuando hablan los muertos (cuentos, 1998) y una segunda edición limeña de Tierra de Pishtacos en 1999.
Sus relatos destacan, además de por estar muy bien escritos, por el aire sombrío, descarnado, y directo con que trata ciertos temas como la violencia y la guerra sucia del Perú. En la coyuntura política actual que atraviesa Latinoamérica, especialmente Sudamérica, con tantos países que han optado por gobernantes de izquierda, de “la nueva izquierda”: Venezuela, Chile, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, la voz de la izquierda se siente con nuevos bríos, y la pluma militante de Dante Castro continúa escribiendo desde el lugar de enunciación de aquellos que carecen de voz.
El tema de la violencia parece ser uno de los mejor tratados en la narrativa de Castro Arrasco, al punto de que podríamos hablar de una épica de la violencia en sus relatos.
De acuerdo al poeta y profesor de literatura peruano Marco Martos: “Todos los cuentos de Dante Castro son de un realismo trabajado en los que se entremezcla la realidad con la fantasía que vive en cada uno de nosotros […]”.
Y el poeta, periodista, catedrático de literatura y crítico literario Ricardo González Vigil ha comentado muy favorablemente también sobre la narrativa de Dante Castro:
“[…] La alternancia en Parte de combate y Tierra de pishtacos es entre los relatos que abordan la guerra sucia de la vorágine subversiva y anti-subversiva desatada en 1980, y relatos que prosiguen la ambientación amazónica con los rasgos presentados en Otorongo, pero aquí con mayor eficacia artística y maduración expresiva. [...] Como denominador común señalaríamos la violencia (contra fieras amazónicas, contra familiares perversos con sus propios descendientes, y contra el orden socio-político injusto) y el culto al coraje, en una especie de ética "heroica" que nos recuerda a Hemingway y Ciro Alegría (familiarizado éste con la selva, la costa y, no se diga, la sierra). Buena muestra de ello es Ñakay Pacha (El tiempo del dolor), una de las primeras narraciones de calidad sobre la guerra sucia que tanto ha enlutado al Perú. […]
Y de acuerdo al poeta y periodista peruano Winston Orrillo: “No obstante ser un autor galardonado en concursos literarios nacionales, y en el internacional de la Patria de Martí, Dante no es un autor que pueda considerarse como integrante del “boom” de la joven narrativa peruana: y la causa es que, la suya, es una obra que se adentra en la dilacerada urdimbre de nuestro tiempo y, de allí, saca personajes y situaciones que no tienen nada que hacer con eso que parece el planteamiento predominante en los autores de la llamada postmodernidad, casi todos ahítos de una condición light que hallamos no sólo feble sino absolutamente descartable (el adalid, por cierto, sería el Jaimito que todos conocen). […]
Pero no creo equivocarme si afirmo que nuestro autor se siente “como pez en el agua”, cuando aborda la temática popular: la suya es la voz de los de abajo, pero tratada con una dignidad por todo lo alto. […].
El talento narrativo de Dante Castro ha sido justamente distinguido en numerosos certámenes literarios peruanos y en el bien conocido Casa de las Américas, de Cuba. Entre los premios y menciones honrosas recibidos por Dante Castro Arrasco figuran: el Premio COPÉ (Petroperú, 1987 y 2002); Premio Inca Garcilaso de la Vega (1988), auspiciado por la Casa de España y la embajada española en el Perú; Premio César Vallejo (1994); Premio "Cuento de las mil palabras", en 1995, 1997 y 1999 respectivamente; Premio Nacional de Educación "Horacio 97", etc. Premio Internacional Casa de las Américas en 1992.
En aras de la libertad de expresión no he eliminado de las respuestas de este buen narrador, nada, ni si quiera ciertos comentarios en contra de Mario Vargas Llosa e incluso de Alonso Cueto. Esto no quiere decir que yo me solidarice con esos comentarios de Dante Castro, al contrario, pues Mario Vargas Llosa y Alonso Cueto son escritores a quienes admiro y respeto muchísimo, y de cuya calidad moral y ética no tengo la menor duda.
Fuente: © María-Elvira Luna-Escudero-Alie 2006
Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid
El URL de este documento es http://www.ucm.es/info/especulo/numero33/dantecas.html
Cuentos:
SHUSHUPE
El tiempo del dolor
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