Lo había previsto todo. El viaje en tren duraría poco pero había aprendido
a exprimir cada segundo que transcurriera en él. Si; estaba segura que lo
había metido en el bolso. Claro que con estos bolsos tan grandes?
Mientras lo buscaba, el paisaje creyendo que no tenía que ver con él,
seguía su camino sin detenerse
ni esperar a que yo finalizara mi búsqueda a deleitarme con él, así que
tuve que detenerme yo a
mirarle a través de la ventanilla:
Qué simpleza, qué pocos elementos en el paisaje; todo amarillo, la luz, los
rastrojos, el trigo?
Continuaré mi búsqueda ante los restos de maíz, girasoles o trigo que
lentos se exhiben ante mis
ojos. Ahora sí?Allí, un olivar; aquí, un terreno rojizo esperando ardiente
la semilla; vacas, caballos,
sol veraniego?¡Por fin lo recordé!...Lo había guardado en el estuche de las
pinturas. Allí estaba mi
querido e imprescindible compañero, el bolígrafo.
Ahora podré conseguir mi intento, arrancaré la zarza que se me ha
enganchado en el corazón, la que
lo araña y no lo deja vivir
Quisiera arrancarla de un tirón más de sobra sé que no podré. De nuevo,
cuando menos lo espere,
allí traicionera y triunfante en lo alto de una de esas lomas aparecerá
ella: la muerte y mirándome,
conseguirá que de nuevo la pena me invada. Golpeara una vez y otra mi
corazón sangrante y entonces se que ya no resistiré. No esta vez no
Dos zarpazos en mi vida, dos violentas ausencias?dos hundimientos. Sé que a
la tercera no sobreviviré. Moriré también pero no me importa, no me apena.
Si sucediera que el tercer zarpazo llegara antes que me haya ausentado, me
iré contigo:
Aquí quedarán mis papeles escritos por siempre o?quizá?hasta es posible
que por ti y sólo por ti continúe escribiendo. Me quedarán recuerdos de lo
que fui, de lo que aprendí y del tiempo que hubiera deseado tener para
seguir sabiendo que estás, que estaba yo...Pero yo ya no estaré, y no habrá
desasosiego ni más alboroto.
A sabiendas que estuve, todo se irá contigo y mi corazón grande, aumentado
de talla algunos números más, dejará vacio ese hueco tuyo hasta la
eternidad.
de Camelia Disabel
España
Edad: 54 años
1 comentario:
Ha conseguido estremecer mi corazón
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