Adentro, ella estaba a mi lado, descansaba apoyada sobre la pared, hacía un poco de mímica tratando de remedar todos mis movimientos sin que nadie llegara a prestarle la menor atención. En ese momento varios Hombrecitos formaban una balacera en la calle frente a mi casa mientras que yo me hallaba sentado en la sala leyendo uno de mis libros favoritos. Había estado tan entretenido que sólo vine a notar la presencia de los hombrecitos cuando ellos iniciaron los primeros disparos, estos sonaban como si se tratase de una sinfonía mortal.
Levanté mis ojos un instante para contemplar aquel inusitado enfrentamiento y puede ver a través de la ventana lúcida que ninguno de aquellos pequeños hombres sobrepasaba los 100 centímetros de altura. Estaban tan cerca el uno del otro que por poco se tocaban los cuerpos con sus manos, en ellas empuñaban sus mortales armas; pero era de sus propias bocas de donde salía el fuego de la pólvora con su estallido mortal, ésta en vez de matarlos empujando montones de aquellas balas en sus cuerpos lo que hacía era poner en evidencia la inmortalidad hallada en la extraordinaria fantasía de aquellos hombrecitos. Hice caso omiso al fragor de la batalla y caí de nuevo en aquel poso rectangular sostenido en mis manos, estaba decidido a continuar hundiéndome en él hasta alcanzar la horilla opuesta sin importar el tiempo que me tomara esa aventura cargada de grandes emociones, resguardado en la aparente seguridad de la casa.
De pronto en medio del tiroteo fantástico, desarrollado en la calle, una bala que buscaba alojamiento llegó por casualidad hasta mi ventana, dio un solo golpe en el cristal logrando sacarme de la lectura del libro, entró formando una estrella en el cristal a partir del orificio hecho y se proyecto directo hacia ella penetrando en el centro de su cabeza.
Yo percibí el chasquido del proyectil cuando penetró en la pared después de atravesarla, entonces la vi caer al piso y permanecer inmóvil cerca de mí que agonizaba del susto, sin poder levantar mi cabeza a riesgo de ser impactado por algún proyectil. Por consiguiente decidí quedarme en el piso durante unos instantes mientras escuchaba como en la calle habían cesado los ¡pun!, ¡pun!,… de los pequeños hombrecitos.
Ahora todos, grandes y pequeños, corrían en tropel a ponerse a salvo de las balas criminales extraviadas del blanco en medio de una gran confusión.
Cuando consideré que el peligro había pasado me levanté pálido, aún temblando del susto me senté de nuevo a continuar mi lectura pero antes le tiré a ella una mirada, estaba en el mismo sitio donde se hallaba antes de recibir el disparo en la cabeza, se podía ver la fisura echa por el proyectil en la pared, ella estaba silenciosa como de costumbre desde que tuve conciencia de su presencia, acompañándome siempre aunque a veces fuera invisible, en espera de la menor oportunidad para dejarse ver a mi lado. Se había levantado también del piso, ungida en su color negro natural, sin haber derramado ni una sola gota de sangre, sin haber emitido ni un quejido, sin sentir dolor, sin ninguna rotura en su cráneo atravesado momentos antes por una bala metálica.
de Jorge Enrique Escobar M.
ESCRITOR COLOMBIANO, NACIDO EN EL DEPARTAMENTO DEL CAUCA, COLOMBIA
1 comentario:
El autor, o escritor, como él mismo se presenta, me confunde cuando dice:
"estaba decidido a continuar hundiéndome en él hasta alcanzar la horilla opuesta."
Mi edición del Diccionario de la Real Academia Española (1992) no incluye tal palabra (horilla). Puedo tratar de ubicarme espacialmente y comprender que si se refiere a “la horilla opuesta” está refiriéndose a algo que se opone a, o de una cosa que se encuentra ubicada en una posición opuesta a otra. ¿Pero de qué cosa se trata? ¿Cómo puede alcanzarse (y que es) una horilla? ¿La gramática fue traicionada por la fonética cuando quiso escribir “orilla”? ¿Se estaría refiriendo el autor a una hora bebé? ¿A un lapso de tiempo? ¿A un regionalismo? ¿O podría tratarse de un "horror" de ortografía en un cuento que ha sido seleccionado para su publicación...? Ruego sepan disculpar mi ignorancia. Desde ya muchas gracias.
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