Qué loco; mientras misiles y bombas caían con su carga de muerte y destrucción desde aviones distinguidos con banderas de estrellas y rayas de fuerte color, otros con el mismo “Dibujito” sembraban el mismo suelo con cajas de alimentos. ¿Para qué sería?
Por un lado los matan y por el otro los quieren alimentar. (Sin comentario)
El 11 de septiembre aparentes “locos” destruyeron con ataques suicidas no sólo formas de concreto y hierro, sino más de seis mil seres inocentes y desprevenidos. Pobrecitos pagaron por un odio que nunca debió tocarlos.
Se oyeron en todo el orbe palabras de dolor, indignación y gritos de “Venganza” que llevaron a que a unos días del suceso (después de que oraron, lloraron y “promocionaron” todo esto sin olvidar los bien oportunos minutos de silencio) comenzara una guerra implacable. Pobres víctimas, todas, de un lado y del otro claro.
El mismo 11 de septiembre mientras esto sucedía, morían en la India y demás países
pobres, “de hambre” ¡Ese día, ese mismo día ¡…treinta y cinco mil seiscientos quince niños ( Alpin – prensa India – vía Internet )pero de esto nada se supo por parte de la prensa mundial; no hubo llamados a la solidaridad, ni convocatorias para tratar el problema, no se mandó ninguna clase de alerta o atención a la opinión pública.
¡Ha!!… y el Papa no envió ningún mensaje “de apoyo, o amor”.
Qué hicieron los países ricos, “NADA DE NADA” ni siquiera un minutó de silencio.
Y con detener la preparación de una guerra un solo día, esa cantidad de niños tendrían la oportunidad de vivir. Sabían que mueren trece millones de pequeños por año de hambre, en esto hay tanta inhumanidad como en esos infelices que nacen y son preparados desde la cuna para ser suicidas en un no muy largo plazo, infelices sí, pobres mentes que se les inculca todos los días el fanatismo a una religión y los convierten en destrucción para ellos y la humanidad, ¿Son también ellos un producto conveniente, para terminar acaso con el exceso de población mundial? Es de pensarse no… sino porque en un mundo tan viejo todavía hay seres que piensan, viven y mueren así.
Todos escuchamos impotentes y con una extraña calma, nos damos vuelta, les damos la espalda, ahí comprendí que somos todos capaces de traicionarnos a nosotros mismos y estúpidamente seguimos escuchando una única voz llena de palabras grandes, muy grandes como “Libertad, etc., etc.”.
Estamos atrapados en una tela de araña que se llama ilusión y se confunde fácilmente con comodidad, con sus hilos de mentiras y malas intenciones pero que brillan mucho como espejitos de colores y no nos dejan o no queremos ver.
Tiene esto varios nombres yo le llamaría “Dictadura del poder”
pero no digas que lo dije
de Zully García
Edad: 51 años
Canelones- Uruguay
No hay comentarios:
Publicar un comentario