Soy un estudiante incipiente de psicología, estoy recién cursando el segundo año y podría decir sin eufemismos que la carrera me gusta mucho. Tengo mis desavenencias por supuesto, pero más allá de algún capricho estoy bastante conforme con mi elección.
La facultad de psicología esta repleta de mujeres hermosas, fascinantes algunas, trastornadas muchas otras. La estudiante de psicología es en realidad un prototipo bastante singular. (A continuación voy a intentar transmitir una idea muy arriesgada sobre la mujer que estudia psicología). Es muy posible que intentando describir ciertas actitudes, caiga en la obviedad o en la imparcialidad, pero bueno, de eso se trata el juego.
¡Empecemos!
La estudiante de psicología es un extraño espécimen: adolescente crónica (puede tener más de 40 años), esotérica, solidaria, intuitiva, devota de la New Age y fana de Pablo Cohelo. Le gusta mucho la oratoria forzada y a veces puede tener influencias ecologistas, medio ambientalistas y sobre todo (y a mi pesar) comunistas. Aunque no todas ellas encajen en estos parámetros, la estudiante de psicología es muy propensa al debate deliberado y superfluo y a la discusión improductiva, su cinismo es generalmente ingenuo y suele ser una feminista acérrima con una marcada hostilidad hacia todo lo que sea masculino. Es controladora y calculadora, estudia sin descanso y no repara en que ella misma podría llegar a ser una mala copia de Anna O.
La estudiante de psicología tiene un gran interés por todo lo que sea sexual aunque lo reprima constantemente (como Anna O). Es decir, lo oculte bajo llave. Algunas de ellas (algunas docentes también, lamentablemente) suelen enamorarse perdidamente de autores de libros arcaicos, o de algún psicólogo de cajón de hace cien años, o en el peor de los casos, de algún filosofo griego mas viejo que las pirámides.
Cerebrales y tiernas,
Indefensas y autónomas,
Miedosas y aguerridas,
Solitarias y gregarias
Impotentes y consejeras.
La estudiante de psicología hace el amor con la cabeza, le gusta mucho la danza y generalmente evita hacer terapia porque según su testimonio:
“A ella no le hace falta”
El rol del psicoanalista se basa en un modelo de hombre poco viril, desconocedor de su cuerpo, que gusta de filosofar hasta de si los pedos son una forma novedosa de hacer catarsis. Los psicoanalistas han jugado muy poco a la pelota, se han raspado muy poco las rodillas y se han caído muy poco de la bicicleta. Amantes del cerebro y de la lógica obtusa, rechazan lo sentimental y lo intuitivo (aunque se la pasen interpretando todo el tiempo a todo el mundo)
El estudiante masculino de psicología, es más extraño aún, más difuso y mas difícil de encasillar.
El estudiante de psicología o es muy chico o es treintañero, no hay términos medios. Los primeros no entienden mucho de la vida pero los alucina el poder de la mente que algún conductor medio chanta comentó en el Discovery channel. Los que están pisando los treinta, son ya viejos lobos de mar que han naufragado por varias facultades que antaño los supieron cobijar. Generalmente el camino que ha hecho un treintañero antes de entrar en psicología ha sido este:
1) Facultad de comunicación o algo relacionado con ciencias políticas
2) Arte (cine, teatro o pintura)
3) Psicología.
Esto es excluyente en muchos casos aunque no me impide inferir que en otros muchos es así. (Como en el mío)
El estudiante, tanto el hombre como la mujer, que ha osado por apetitos místico-intelectuales ingresar en la carrera de psicología puede ser (o es) un artista decididamente frustrado. Los artistas frustrados elijen la carrera de psicología por los siguientes motivos:
1) La psicología no tiene la rigurosidad de las carreras técnicas ni tampoco la severidad de otras carreras de la salud como medicina (A estas jamás las podría elegir ya que hay que estudiar mucho y él es un vago)
2) Su papá se la puede pagar
3) No hay mucha gente irreverente como él.
(Esto es muy bueno ya que al no haber gente que lo reconozca puede hacerse el lindo y el interesante)
En resumen las ventajas de ser un psicólogo en potencia son muchas.
Es prestigioso y suena bien.
(¡Yo soy psicoanalista y tengo un consultorio privado! ¿Querés que te de un turno?)
Además te permite jactarte de tu sapiencia académica y darle consejos inútiles a tu amiga de la vuelta que se peleó con el novio, para así deprimirla mucho más.
¡Así es! haciendo uso de su saber supremo, el estudiante de psicología puede transformar una simple situación cotidiana en una oscura mitología griega donde los hijos se acuestan con la madre después de haber matado al padre.
¡Qué linda es la psicología!
Otra ventaja de ser estudiante es que te permite sentirte un oráculo en las reuniones de amigos, ¡Uno pasa a ser la esfinge de los asados!
Entre frases huecas e inentendibles que leyó de pedo en algún indescifrable texto de Jaques Lacan, el estudiante de psicología impartirá consejos a los presentes cual si fueran mandamientos dictados por el mismísimo Jehová.
Por esta actitud recibirá varios insultos y hermosas patadas en el culo.
Además el estudiante de psicología se da licencia para todo, cree haber descubierto el misterio del universo leyendo a Freud y se permitirá juzgar a su mamá y a su papá hasta limites impensados, los hará responsables de todas sus penurias y se sentirá en pleno derecho de mandarlos a cagar cada vez que le dicen que no.
Para el estudiante de psicología no hay límites. Todo lo sabe, todo lo interpreta.
Si su mamá lo mira de reojo interpretará que ella oculta un secreto terrible, si su papá no le presta el auto le dirá que es un castrador y lo tratará como si fuera de la GESTAPO. Si su hermanito menor tiene un sueño frágil e inocente acorde a un niño de su edad, el estudiante de psicología lo saturará de ridículas interpretaciones que no le dirán nada de nada (pero le inflarán muchísimo el ego) y harán que el pobre hermanito menor quede horrorizado con la idea fija de que su propio padre puede cortarle el pito.
¡La psicología es hermosa!
Hay que tomarla con mas humor (en verdad a la vida hay que tomársela así)
La vida tiene ese otro tono, más visceral, más emocionante y muchísimo mas humano.
Lo fascinante de la psicología es uno mismo,
¡Ahí esta el conflicto!, ¡Ahí esta la belleza!
“Conócete a ti mismo”.
¡Cuanta razón tenía el que dijo esto!
La psicología empieza en la terapia,
Las revoluciones son personales no sociales.
Después vienen los libros, los conceptos y las ideas.
La psicología ocurre adentro tuyo, sino no ocurre jamás.
Nombre: Nahuel Sosa
Nacionalidad: Argentino
Edad: 25
Página web creada por su participación en Letra Universal
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