1.
Son agujas filosas y candentes,
Clavadas en medio de las pupilas,
Son dedos partidos para el otro lado
O huesos expuestos…
Es el dolor del alma.
Ciertas veces en las que pienso en la muerte,
como mi única aliada.
2.
Tus castillos imponen algo más que cosas.
Es el poder de la victoria.
Pero yo miro en silencio.
Y espero.
Vas a flaquear.
Vas a caer.
Yo se de tu mentira
Y me duele que la escondas
Tus castillos crean ideas y reglas de mundos a conquistar.
Eres plaga. Eres humano y ya no carne animal.
Te crees poeta.
Y está bien.
Que más da si quienes deben creerte las mentiras saben bien.
…
Tus castillos arman con ladrillos esa felicidad.
Es tuya.
No me cambies.
No me corrijas.
No me alientes.
Soy el silencio, grueso.
Y estamos juntos en esto.
3.
Tú (escrito por un escritor)
Tú que esculpes tu ilusión,
En un armonioso descarte de palabras.
Poder envolver el valioso parir de las emociones.
Escritor, tu que guardas todo en mínimas porciones caligráficas.
Sin embargo y por suerte, un ser común,
con la mano y la manga sorpresiva de un poeta.
Sin embargo y por grata suerte, eres.
Tu escritor, que esculpes con sentido de comunicación y de libertad.
Tu escritor, que comprendes el amor, y de ahí tu dolor.
Tu escritor que cargas tu rifle con tinta, eres hermoso.
Gracias.
de Magdalena Serantes
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