Las primeras corrientes literarias del Perú independiente fueron el costumbrismo y el romanticismo. Al primer periodo pertenecen los dramaturgos cómicos y poetas satíricos Felipe Pardo y Aliaga 1806-1868, autor de Un viaje, Frutos de la educación y Manuel Ascencio Segura y Cordero 1805-1871, autor de La Pepa, El sargento Canuto, Lances de Amancaes, Ña Catita (quien retrata mejor los tipos populares de Lima y es considerado el mayor dramaturgo nacional de este siglo). Narciso Aréstegui 1818 o 1820-1869, autor de la novela El padre Horán. Flora Tristán 1803-1844, autora de Peregrinaciones de una paria, y Mephis que es una novela. Manuel Atanasio Fuentes,conocido como El murciélago 1820-1889, autor de Lima ,1867.
Cercana al costumbrismo está la obra de don Ricardo Palma, 1833-1912 autor de las Tradiciones Peruanas, la obra más conocida del siglo, en la que a través de una serie de tradiciones, género inventado por él, que combina elementos de historia con fabulaciones propias, narra la historia de Lima y del Perú durante las épocas incaica, colonial y republicana , La bohemia de mi tiempo, Papeletas lexicograficas y Tradiciones en salsa verde.
Al segundo los poetas y dramaturgos Carlos A. Salaverry, Arnaldo Márquez , Luis Benjamín Cisneros, Clemente Althaus y Pedro Paz Soldán y Unanue , seudónimo Juan de Arona. Sus obras, por lo general fueron artificiales y abusaron del sentimentalismo. Las obras de teatro, frecuentemente cultivaron el mismo sentimiento y exageraron los enredos de modo inverosímil, ejemplo de ello es el drama "El Poeta Cruzado" del poeta Nicolás Corpancho, alabado en su tiempo y olvidado actualmente.
Tras la guerra del Pacífico hay una reacción contra el romanticismo, liderada por el intelectual Manuel González Prada , quien cultivó una poesía que por su temática estetizante y la introducción de nuevas formas métricas, fue un claro precursor del modernismo. En este período se cultivó, de un modo bastante tenue, el realismo en la novela, que toma desarrollo a partir de entonces en el Perú.
Una característica resaltante en este período, es el surgimiento de un grupo de escritoras. Muchas de ellas —habiendo perdido a sus cónyuges e hijos mayores en la guerra con Chile— tuvieron que ganarse la vida por sí mismas, y cultivaron su vocación literaria a través de tertulias, la principal de las cuales fue la de la argentina Juana Manuela Gorriti, en las que se discutía sobre los problemas sociales y sobre la influencia de las formas europeas. Escribieron novelas que en cierto modo pueden calificarse como realistas. Tal es el caso de Mercedes Cabello de Carbonera, con su novela El conspirador y Clorinda Matto de Turner, con su novela Aves sin nido.
1 comentario:
que pendejo!! sacando la información de wikipedia y haciendo creer que es tuya
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