Biografía de Escritores Argentinos Headline Animator

Histerias

AZUL
Desde hace tiempo que ir y venir por el mundo solo consiste en perseguir la sombra de tu sombra o sentarme a esperar mientras fumo. Y hoy que tu inexistencia tiene un aire melancólico, puedo contarte lo que recuerdo de esa tarde.
No sé si por necedad o hambre compré el tercer cigarrillo. Permanecí casi inmóvil, dejando patéticamente caer mi anatomía y las cenizas del tabaco sobre tu no presencia. El perfil anguloso de una diosa puntiaguda y el trigo satinado de sal brotando de unos hombros redondos me succionaron del trance. Me tragué las ganas de verte desnuda caminado entre miles de girasoles. Durante casi 120 minutos y sin tregua, la aberración de mis pupilas por tu esbelta figura acurrucada frente a la fuente de agua pinceló un espejismo de bocas abiertas en mi cerebro. El oleaje fue tan intenso que solo pude articular dos palabras. – ¿Piel extraterrestre? preguntaste, mirando encima de las gafas rosadas. -Sí, bueno. Tiene el color de Venus en versión latina murmuré nerviosamente, mientras florecías tus encías para mi deleite. -¿A quién esperas? tus palabras me golpearon. -Tú lo sabes quise decir resueltamente, pero mastiqué las palabras y las engullí de inmediato. Luego perdí tu imagen. Te descubrí dispersa, histérica. Tuve que extraviarme en tus eternidades para descifrarte y comprender lo que traías bajo la falda azul. ¡Suéltame! ¡Por qué lo haces! ¡Suéltame! tus gritos asesinaron las flores y empezaron a molestarme. Torpes, desgarradores. Luego se apagaron. Me vestí y caminé unos pasos.
Tu desnudez se halla expandida en la hierba. Temo que puedas tener frío. Entiendo que no quieras hablarme. Yo tampoco lo haría. Ahora tú, permaneces inmóvil y retratándome en tus ojos fijos. Retratándome. Que contradicción, si antes no querías saber nada de mí.
-Ahora, ¿sabes a quién espero?

INERCIA
He llegado. Mis manos y pies se mueven, giran en vertical y horizontal sin que yo lo ordene. Forman cuatro cruces, que abortan estrellas. Luego, solo se distingue una luz roja. Aquí es en donde YI acaricia los muros con sus dedos aguja. Tratando de no extraviar la forma de los cuerpos que forran las paredes. Llamo “cuerpos” a las estructuras parcialmente organizadas y heterogéneas -tres cabezas, cinco piernas, tres brazos, siete pelvis, tres mamas, y algunas partes indistinguibles- que espiran un delicioso olor. -¡Mm...! Me recuerda al cuello de LO durante el almuerzo.
YI los deja descansar sobre los muros.

DUENDES
Me pregunto qué sentido tiene mi choque contigo. Será que el destino realmente existe y fue construido a imagen y semejanza de un capricho divino. O se trata simplemente de tirar dados sobre sábanas mojadas y luego ver qué pasa. Mi choque contigo fue encantador. Pero te confieso que antes hubiera preferido encontrarme conmigo, es decir con el ser sin rostro y que no me reprocha el hecho de quedarme dormida hasta las doce. Imagínate a un duende convulsionando sobre un campo de cebada. Su cuerpecillo estremeciéndose horriblemente sobre las espigas. Pronto tienes la desagradable sensación de que vas a devolver el helado que saboreaste con tu novia en la tarde y de tener la boca más húmeda. Es como si vieras a tu madre muerta frente a ti, reclamándote el hecho de haberle vestido con medias verdes para su entierro. Tu respiración se torna abortiva y espasmódica. Choca con el nudo en tu garganta. Y ya está. Expulsas miles de duendecillos epilépticos y te sientes aliviado. ¿Te lo imaginas?
-Es lo que viví siete segundos después del choque contigo.

EL HOYO
Estuve pensando en la forma de deshacerme de este vacío que llevo dentro. Al referirme “dentro” hago alusión a un punto que puede caber en cualquier sitio y que no permanece quieto ¿no me lo crees? Es una nueva ley de física moderna y dice literalmente: “Un punto puede ocupar cualquier espacio y un espacio puede caber en un punto”-¡ríete si quieres! Si de algo te puedo hablar con solvencia es de física. Y como el hoyo es un punto puede permanecer en donde le plazca. De modo que he llegado a una nueva conclusión: Dios es algo que está en todos lados –eso dicen. Un punto o un hoyo puede estar en cualquier lugar. Por lo tanto Dios es un hoyo. Al ser Dios un hueco, puede confundirse fácilmente. Por ejemplo hablaré de huecos que claramente puedes identificar. Una cerradura. Una ventana abierta. Una boca abierta. Una vagina. Tal vez Dios es una vagina y ¿si es una vagina? Eso quiere decir que las mujeres tenemos más presente a Dios que lo hombres. ¿Puede ser eso sensato? Tengo un hueco entre mis piernas que me grita que es Dios.
-Y yo queriendo cambiarlo por una montaña.

YI
¿Hablaré de muertos o con muertos?–pregunté. YI escribió en la pared: “no tiene caso”. Yo señalé su frente. Entonces entendió que no tiene sentido imaginar un hoyo negro cuando puede introducir el dedo índice en la mitad de la frente de LO. Le dije a YI que había extrañado interminablemente su desnudez y le conté de mis caminatas en dirección norte y de la serpiente y de los labios cortantes de LO y del vino y de mis alas y de mi muerte y de su muerte y de la muerte de Lo. YI ni me miró. Tenía perdidas las pupilas. Luego murmuró: “viene a verme todas las noches... Te amo y amo también a LO, ahora duerme que mañana empezarás a extrañar interminablemente mi desnudez”. Me adherí a su vientre. Aquella vez amé a YI.

LO Y LA PRINCESA

Desde aquí contemplo la eterna caminata de las razas. Tienes que disculparme, cuando quieres hablarme suelo atravesar la ventana estrecha -ahora entiendo el motivo de tu discontinuidad... Lo cierto es princesa que mi silencio es un voto. Un trato que hice con LO después de amarrar su cintura a mi pecho durante once segundos. LO se deshizo de la blusa verde que ahogaba sus mamas. Sin aire y sin la posibilidad de erguirse como torres cuando mi boca las cortaba en universos diminutos, eran solo mamas. LO pudorosa de su bestialidad, jugaba con la iniciativa mía por respirar, sabía que era toda suya. Sobre la frontera de sus curvas cortantes no había sitio para vivir. ¿Quién eres LO? Siete veces he pensado en la forma de deshacerme de tu moralidad, estúpida princesa, siete veces he fracasado…

AMÉN
LO, sacude sus montañas y valles al ritmo de mis rezos. Entre cada oración LO se detiene, entorna los ojos y humedece la pálida rosa bajo su nariz, extiende cuerdas carnosas que se adhieren a mi cuello como sanguijuelas, acorta la longitud de sus piernas blandiendo el aire con el movimiento pendular de sus caderas. Mis chasquidos guturales han cesado. LO continúa: “ruego que su infinita misericordia conceda perdón a tus culpas... ”, LO congela su pupila sobre el plasma del techo. -Calla LO, calla. Que no puedo escuchar a los huesos de tu cadera maldiciéndome.

SOLEDAD Y LAS SÁBANAS MOJADAS

Hoy es día de soledad...de sueños hemorrágicos...de histeria...de soledad y sus cabellos de pluma descendiendo por mi espalda...de sus labios abismales cortejando mis dedos...es cierto que esperé su aire, su angustiosa respiración cuando no tenía otra salida que abrir las intangibles piernas para que yo la bese...¿desde cuándo calla? ¿Desde cuándo espera? ¿Desde qué ojo descubrió mi nombre? Si solo es un nombre. No es posible recordarlo con dos copas de vino. No es posible. Y daría mi locura para que lo olvide. Si no soy más que otro escarabajo debajo de su piel. Un insecto eyaculador, que no ha dejado de amarla y perennemente extiende los dientes para no olvidar su naturaleza expansiva. ¡Hay mi amor!, que dolor me causa tu cuerpo esparcido por los puntos cardinales. Incluso tu sonrisa endiablada me hace llorar, porque no encuentro la respuesta a tu vertiginosa felicidad. No puedo entender como llegaste a mojar mis sábanas. Pero si apenas son flores que guardan la eternidad de mi sueño. Y bailas ondulando tus formas como una serpiente. Hay mi amor. Me dueles. Me ardes... ¿Desde cuándo? El tiempo mide la estatura del reflejo. Es el dios de madera que salpica sangre de otros dioses y yo solo pienso: regresa. Regresa cuando la una sea vertiente de papeles rojos, cuando mi melancolía semeje un cuerpo hermoso bañado de espera. Los ojos cerrados parecen besos, mitos. La inocencia lejos de mis pesadillas vive bien... quiero escapar, que tu duelo irracional cuenta algo diferente. Lloras y piensas en las lágrimas de otro sujeto... ¡hay mi amor!


de Gaia
País de origen: Ecuador
Edad: 25

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