Me he zambullido en este cuerpo incierto
con un furor extraño lo he mirado,
junto al cántico arcano del desierto
cuantas noches serenas lo he amado
Vislumbré el corazón que estaba yerto
sollozante dolor, ya lacerado.
Vi mi sombra rozar el desconcierto
en el latir del hueso enamorado.
Silencié en los rincones tempestades,
Reviví de la vida lo vivido,
le pregunté a mi carne ¿qué has tomado?
me dijo: la existencia y sus beldades.
Anclé mi gozo a la piel que había vestido
para alejar a la muerte de mi lado.
Alicia Belloso - Argentina
Mar del Plata
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