Nunca dejes de soñar

En la región de Nulir vive una humilde familia de campesinos, ellos realizaban labores del campo para obtener el sustento; criaban animales, cultivaban la tierra, y cosechaban todos los productos que su pequeña parcela les ofreciera.
José, el hijo mayor de la familia siempre soñó con dedicar su vida al arte, a la literatura, o la gastronomía, siempre vivió con la ilusión de viajar un día a la capital y dedicarse a sus estudios, aunque este joven nunca conto con dinero, propiedades o lujos, su riqueza en sentimientos, fe, esperanza, e ilusión nunca fue poca, siempre creyó que el universo concede todo lo que sueñas o deseas con todo el corazón, para José antes que dinero era necesaria mucha creatividad y claridad en lo que se desea ser y hacer, aunque en el momento no tuviera lo necesario para ocuparse de sus estudios, nunca dudo y menos abandono su deseo de capacitarse y servir a la sociedad desde su profesión.
Pasaron varios años antes de que el chico pudiera cumplir su anhelo, pero durante el tiempo que vivió en el campo dedico cada día a trabajar con inmensa ilusión, con infinita esperanza y completa fe, para este joven cada día que pasaba su sueño se encontraba más cerca, pero antes era necesario continuar con su labor; trabajar y esforzarse por alcanzar lo que nadie imaginaria que lograría.
El tiempo pasaba y sus padres estaban convencidos que él ya había desistido de esa idea loca e inalcanzable de viajar a una gran ciudad e ingresar a la universidad, lo que ellos desconocían era que el muchacho todo día laborado lo convertía en un ahorro que luego de mucho tiempo se acumularían y le permitirían convertirse en lo que siempre quiso.
Pasaron cuatro o cinco años y un día cualquiera nuestro amigo descubrió que ya era tiempo, que era la época precisa para extender sus alas y empezar a volar tan alto como siempre lo soñó, dadas las condiciones, realizo los preparativos para desplazarse a la capital e iniciar sus estudios, para comenzar dirigió su atención hacia la literatura se dedico a su estudio y descubrió capacidades que desconocía poseer, esta profesión se convirtió en su gran pasión, por lo cual para el tercer semestre y gracias a su dedicación la universidad le otorgo una beca por el tiempo que le restaba para finalizar su carrera. Sabiendo José que podría estudiar literatura sin ningún costo, se ocupo de iniciar los trámites para recibir clases de arte en otra institución, él sabía que sería un poco difícil pero de una manera muy organizada distribuyo su tiempo para recibir el mayor provecho de los dos programas.
Transcurrían los días y el joven cada vez se encontraba más orgulloso de su hazaña, estaba seguro que había nacido para dedicarse al arte y a la literatura, estas eran sus dos pasiones. Con mucha entrega y absoluto amor termino sus estudios.
Durante el tiempo que permaneció en las instituciones conoció casos de estudiantes que abandonaban la universidad por falta de recurso económicos y otros jóvenes que nunca ingresaban a la educación superior por el mismo motivo, preocupado por esta situación dedico gran parte de su tiempo a trabajar para que las personas de pocos recursos; como lo había sido él, se capacitaran, transformaran sus vidas y en el futuro se convirtieran en seres que sirvieran a la sociedad desde sus sentimiento y conocimiento.
Nuestro recién graduado recibió varios reconocimientos por su noble labor, para él su mayor regalo se encontraba en observar la alegría, ilusión y esperanza en los rostros de todos aquellos que un día se atrevieron a soñar, se aferraron a sus deseos y nunca dudaron en poder lograrlo.
José se convirtió en un gran profesional, en un excelente artista y aun más que eso, se convirtió en un inspirador potencial.
Para este personaje los días pasaban entre libros publicados, maravillosas obras escritas, importantes trabajos artísticas expuestos y una pasión suprema por servir a quien lo necesitara, porque para José la riqueza no se encuentra donde existan bienes materiales sino que está presente en los corazones de todos aquellos en donde la creatividad y la inspiración no sea extinguido.


de Alexander Jaramillo J.
Pais de origen: Colombia
Edad: 25 años