La noche trae la quietud
a mis ojos ya cansados
de llorar por un amor
que ha quedado en el pasado.
El descanso más profundo
es el que quiere mi alma
para olvidar esos días
y esas mágicas palabras.
Rozar ese sueño eterno
y sumirme en el intento
de no quedar para siempre
sumergida en el recuerdo.
Ya no escucho los sonidos
que provienen de la vida,
ya no sé si estoy despierta
o me he quedado dormida.
Mucha paz invade el aire
y mi memoria se apaga,
una luz llena el espacio
y hay un ángel que me abraza.
Refugiada entre sus alas,
levanto vuelo despacio,
dejando en mi lecho lúgubre
todo el llanto y el fracaso.
Y así emprendo el corto viaje
que deseé cuando te fuiste,
a un lugar claro y sereno,
en donde tu ya no existes.
Viviana Rosa Venturini
Argentina
43 años
Página web creada por su participación en Letra Universal
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