No hay nada más. Esta ella tirada, apoya su mano arriba de mi hombro, adivino que lo hace, me supongo extremidades y un cuerpo que me sigue mientras solamente la miro. Sonríe como si adivinara lo que pienso. Casi que cierra los ojos. Afuera están los autos, las bocinas, la gente que no duerme y se larga a llorar. Nadie la inventa y se crea como yo mientras cierro y abro los ojos. La desconozco, ni me animo a imaginarle un pasado. Nace y nace casi sucesivamente mientras pestañeo, no tiene nada mas que hacer que ser como quiero que sea en el lugar que quiero; tirando por la ventana de esa pieza todo lo que queda afuera de su ventana, afuera de sus ojos que me miran y se duermen, no hay nada.
Seudonimo: Mendigo Pretencioso Naranja
Argentina
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