Biografía de Escritores Argentinos Headline Animator

Dos polos

Ni crean que estoy refiriéndome a los polos Norte y Sur. Ni siquiera es un tema geográfico, ó mejor aún, tampoco es un tema de física, sobre campos magnéticos. Nooooo...!!! Supongo que no deben haber escuchado nunca de ésta enfermedad. Bueno, yo tampoco, hasta que después de 10 años de recorrer muchos médicos, logré dar con uno, que luego de hacerme un par de estudios me dijo con voz firme ... – Me parece que sos “Bipolar”..!!!! –
- Y eso, qué es ????? – Fue lo primero que se me “cruzó” por la mente, mientras millones de preguntas brotaban de mi cerebro, en estado de ebullición. En fin, la respuesta no era tan fácil.
Yo sentía que el “especialista”, un neurólogo de una ignota clínica, ni siquiera sabia de lo que estaba hablando y que solo “tocaba de oído”.
Por eso, el siguiente paso en éste “rally”, fue mi derivación a un psiquiatra. Y éste a su vez me asigno a otra profesional. Que barbaridad ..!!!! Y yo que pensaba que sólo “los locos” iban a ver a ésta clase de médicos. Para mi era la última especialidad médica, de todas las que existen sobre la tierra, a la que pensé que iba a tener que recurrir. La idea de llevar “un chalequito de fuerza” de mi talle en la cartera, no estaba ni remotamente dentro de mis planes, ni tampoco en las últimas tendencias de la moda..........que sorpresas nos da la vida ..!!!!.
Como si todo esto fuera poco, me llenaron con un montón de medicamentos….antiepilépticos, antidepresivos, a veces, también antisicóticos. Este es el “cóctel” mas común, pero obviamente sin una gota de alcohol…!!! Ni siquiera un vasito. Ni una pequeña “alegría” de vez en cuando.
Así es, distinguidos lectores …¡¡ Nada de alcohol !! …porque según los “entendidos”, puede potenciar el efecto de las coloridas “pastillitas”.
Yo, ya empezaba a tener cara de “blister”, recién salido de una farmacia y cuya fecha de vencimiento era recién para el 2000 y pico. Lo cierto es que la mayoría me hizo mal, no se si por el remedio en si, o por el precio de los mismos. En este país nada sale dos pesos, y mucho menos los medicamentos psiquiátricos. Y hasta parece cierta la frase que afirma .....“solo los ricos se pueden enfermar”.
Como son caros, ninguna “Obra Social” cubre mas del 40%. Es mas, el mismo “Gobierno” sacó un “decretito” en el cual se contemplaba el 70% de descuento en los medicamentos para enfermos crónicos. Pero, que casualidad, los “Bipo” no estamos incluidos. Ja, ja!! , “me río por no llorar”.....ni siquiera el “Estado” nos reconoce !!!!.. La verdad, parecemos hijos bastardos, de un país que quiere imitar a uno del “primer mundo”, cuando en realidad está muy por debajo del último. Sería buena idea hacernos el ADN, para demostrarle a los demás, que existimos y somos argentinos nomás. Total ya me he realizado tantos análisis…“que le hace una mancha mas al tigre”. No?
En el país de la perfección aparente, lamentablemente los imperfectos somos sacrílegos.
En resumen, probé con varios medicamentos, pero los síntomas que me producían eran todos parecidos….. me dolía el estómago, tenía acidez, iba poco al baño ó por el contrario me la pasaba sentada en “el trono”…..entre otras cosas. Por eso les puedo asegurar que los “efectos secundarios” eran siempre “figurita repetida”, como esas “peli” de terror que son malísimas, de esas que después ya ni te asustan, porque son la copia de otras ya conocidas.
Mientras tanto, 1 vez por semana tenía sesiones con la psiquiatra, en las que supuestamente charlábamos.......bueno, debo reconocer, que en realidad discutíamos. Nunca nos poníamos de acuerdo en nada. Nos llevábamos horrorosamente mal con “la ruluda”……..por los rulos, obvio!!!!
Yo, por supuesto, muy rebelde frente a un presente muy incierto, y con un miedo atroz frente a la nueva noticia. Ella, muy pedante, subida a un pedestal con el “titulito” pegado en la frente, y muy poco en la sesera.
Lo único bueno es que entre tantas idas y venidas, fui aprendiendo de a poco, sobre mi “enfermedad”, con el prehistórico método de “prueba y error”, al tanteo me di cuenta que no sólo podía estar en cualquiera de estos dos famosos “polos”, llamense “Manía” y “Depresión”, sino que también podía quedar varada en cualquier punto del trayecto. Como los trenes de acá a Constitución, que van “parando en todas las estaciones intermedias”. Por supuesto, mi estado emocional era bastante inestable. Subía y bajaba, tal como pasaría en cualquier “montaña rusa”.. Esta situación sinusoidal, era de nunca acabar.
Con el tiempo y con mucha paciencia, la medicación hizo su tarea y las cosas mejoraron..........algo. Pero esa “hiperquinesis” que siempre me caracterizó, empezó a “brillar por su ausencia”, y yo empecé a notar la diferencia. La verdad es que la extrañaba. Añoraba esas explosiones de energía, que hacían que pudiera estar toda la noche despierta y seguir “como si nada” al día siguiente con mi vida habitual, estudiar, trabajar, rendir exámenes, ir a bailar, y miles de cosas mas....!!!!!
Sentía como si me hubieran puesto un freno, como yo lo llamo.....”el bozal químico”. Esa traba medicamentosa que me impide “acelerar como un auto de carrera” en pocos segundos.
Pero también, impide que vea las cosas como si estuviera en el fondo de un pozo, muy profundo, sintiendo al mismo tiempo, que todos los demás están mejor que yo.....Felices.!!! y mirando “la vida” desde la cumbre mas alta. Es casi seguro, estimado lector, que a un bipolar se le cruzan muy seguido éste tipo de ideas. Y también algunas un poco más “negras”, por ejemplo, cuando consideramos que la muerte es una vía de escape. Acompañar a “la parca”, realmente es un camino sin retorno, y la practica dice que una vez que se sale del “envase”, ya no se puede volver a entrar. A ésta yo la llamo “la solución rápida”.
Entonces, .....qué hacer ??? Una respuesta inteligente sería ”seguir en la lucha”. Esta es la otra opción para solucionar el problema. Pero hay que ser muy valiente para continuar hacia delante, sabiendo que el sufrimiento va a ceder lentamente. Te planteas como salir de ese agujero oscuro en el que estás sumergido. Quizás trepando? No se, puede ser. Pero después pensas si realmente queres salir......para que? ...vale la pena tanto esfuerzo?
Remontándome hacia atrás en una imaginaria “máquina del tiempo”, pienso que lo primero que se pierde, es el placer de hacer lo que a uno le gusta, el humor, los conocidos y algunos que se decían “amigos”. Luego, lentamente y casi sin darse cuenta, se comienza a perder el resto del alma. Como las ganas de asearse, las ganas de comer, las ganas de levantarse de la cama y finalmente solo se quiere dormir todo el día, y que a nadie se le ocurra interrumpirnos !!. Uno pasa a convertirse en un verdadero “muerto en vida”.
Lo cierto, es que las personas que verdaderamente nos aman, no saben como hacer para ayudarnos. Y suelen reaccionar de muy diversas maneras, algunos se ponen a llorar con uno y te compadecen, otros simplemente se paralizan, y también están los que se enojan y nos tratan mal. Y bueno!!!....cada uno trata de digerirlo de la mejor manera posible, y personalmente creo que estas actitudes son totalmente entendibles!!!
A esta altura de las cosas y ahora que me siento parada con los pies sobre el “nivel del suelo”, puedo afirmar, que lo mas importante es reconocer nuestros límites. Fundamentalmente que no podemos solos, que necesitamos ayuda. Tanto de médicos, como de los medicamentos y principalmente el afecto de nuestra familia, de los amigos, incluso de los compañeros de trabajo, que nos hacen “el aguante”, durante tantas horas al día.
Además es preciso tener en cuenta que es imprescindible seguir un tratamiento, pues con el correr de los años, la enfermedad evoluciona. Y no precisamente en la dirección correcta, hacia donde las cosas tienden a mejorar.
No estoy diciendo que las cosas sean fáciles, de ninguna manera. Es muy importante vivir cada día a nuestro ritmo, en positivo y con optimismo, en cuanto a nuevos tratamientos. Por eso y después de todos estos años de ardua pelea, sigo opinando que la vida es bellísima, valiosa, única y que vale la pena cualquier sacrificio para poder vivirla.




Seudónimo del autor : Polito & Pío
Nacionalidad : Argentina
Edad : 43 años

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