Llueve

Hoy llueve, y es extraño que llueva así en esta ciudad.
Donde yo vivo suele caerse el cielo turbio sobre los edificios y golpear el cemento hasta inundarlo. Pero aquí no, aquí no llueve nunca.
Mi abuelo se va.
Mi abuelo viajó por el mundo inaugurando ciudades con su espíritu.
Mi abuelo devoró libros y culturas, y construyó hijos para poblar su soledad.
El agua cae del cielo con furia, con impotencia por no ser suficientemente fuerte para destruirlo todo y limpiar de una vez este planeta maltrecho. El agua quiere ser río, mar, océano, y saciar su sed infinita.
Los gotones de lluvia pegan en el techo plástico y la humedad se filtra por los huesos atravesando los años. Mis huesos sienten el tiempo y se pierden hasta llegar a aquel pueblo andaluz donde imaginó el mar el padre de mi abuelo. Donde percibió en el aire la humedad salada del mediterráneo.
Veo a mi abuelo fundiéndose con la vida a través del agua de la lluvia.
Y lloro.


de Nea
Nacionalidad: Argentina
Edad: 35 años