Marguerite, mujer de estado, cumbre literaria en la Francia y en el francés de su época, escritora y buena poetisa, se trataba con Montaigne, Marot y Rabelais, entre otros.
Con obras de inspiración renacentista, de ella se dijo que inauguró un género, la entrada del "yo" en la literatura.
La tan precursora Margarita fue también autora de la primera obra mística francesa (Miroir de l´ame pecheresse, Espejo del alma pecadora; publicada en 1530 de forma anónima) aunque el Heptamerón resultó su más famosa obra, aunque inacabada, en la línea formal de El Decamerón de Bocaccio (en éste son diez relatos contados por diez personas a lo largo de diez días, en un lugar apartado; en el Heptamerón, el lugar es Cauterets, Béarn, tomado como microcosmos de la corte francesa; con 72 relatos aunque en su prólogo se anunciaban cien). Pero la semejanza se queda en lo meramente formal, ya que El Heptamerón no es obra ligera, al contrario, larga en la definición de los personajes, pesimista en la incomunicación de los seres humanos. Destacan, por otra parte, sus diálogos. El alter ego de la reina es el personaje Parlamente (¿ perla amante ?).
Fallecida Margarita en 1549, la primera y desgraciada edición de esos Cuentos de la Reina de Navarra, como se les llegó a llamar, fue en 1558 y de Pierre Boaistuau, que cambió la secuencia de El Heptamerón, suprimió partes y personajes, poniendo a guisa de título Historia de los Amantes Afortunados. Al año Claude Gruget lanzó una hermosa segunda edición, libre de tales mixtificaciones, y con un nombre que, propiamente, no fue el dado por la autora; por cierto que alguna otra obra del mismo título, mayormente esotéricas, no tienen ninguna relación; que Arthur Machen, en 1886 tradujera El Heptamerón no ayudó precisamente a clarificar las cosas.
Fuente: Universidad de Valencia
Cuento para leer:
El marido tuerto
No hay comentarios:
Publicar un comentario