RECADO ESCRITO PARA JOSÉ MARÍA EGUREN
* a mi hija Lourdes Beatriz
de Fredy Gambetta
Cuando el día abre los ojos, o la noche es una huella que agoniza, las buenas niñas bordan celestes canciones en un piano de luz.
En aquellas misteriosas horas están en todas partes tus miniaturas de aparador, de cuidado chinero.
Por el presente, buen José María, te pido que envíes, a mi hijita, en tren certificado, una canasta de puro rocío, fresco viento de verde plaza, largos collares de rondas infantiles, doradas dulceras llenas del manjar blanco de Paquita y rubios rizos de tu pura niña de la lámpara azul.
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